22/12/14

rotura

Rotura de ligamentos emocionales. Desamor en el gimnasio. 

(Escuchando: Fatboy Slim - Love Island)

15/12/14

prematuro

Cuando no tienes nada
te queda por lo menos lo de escribir. 
Es algo que has prometido en público 
hacer hasta que te mueras
y si no lo haces te vas a morir. 
Así que cuando tampoco tienes eso, 
lo de escribir, 
cuando no tienes ninguna idea
ni el valor necesario para desarrollar algo antiguo, 
cualquier cosa vale si consigue drenar el magma oscuro
que te está ahogando
desde dentro.  
A falta de algo mejor,
más largo,
más elaborado,
escribes un poema. 
Una pequeña punción
a la altura del cuerpo calloso. 
Suficiente para ir tirando.  
Funciona igual que una cesárea. 
Ese pequeño bastardo no sale por donde debería
ni como debería.
Pero sale
al fin y al cabo. 
Si tienes suerte respira. 

(Escuchando: Marilyn Manson - Deep six) 

8/12/14

el estudiante de filosofía y la chica de oregón

Había escrito cien veces: te quiero, había incluido su nombre y el de ella y había distribuido las octavillas por la universidad para que la gente supiera que estaban juntos. Menuda suerte, le decían. Vaya chico más atento. Todas muertas de envidia. ¿Aquí siempre son así?, preguntaba ella. Qué va. Son unos brutos. Menuda suerte. Menuda suerte has tenido. Sí, hehe, contestaba con acento de la Costa Oeste. Menuda suerte. Tan puro era el amor del estudiante de filosofía por la chica de Oregón. Demasiado pensamiento, mucha palabra, casi ninguna obra y una omisión que le estaba llevando a la pobre a subirse por las paredes. 

(Escuchando: Interpol - Everything is wrong)

17/11/14

demostración de la conjetura de los números primos gemelos

Empezó a pensar en un nuevo teorema el miércoles 29 y el viernes 31 ya estaba ingresado en la habitación 137 del Hospital Universitario de Berna. 5 semanas pasó allí conectado a una serie de máquinas que mantenían sus constantes estables mientras él empleaba toda su energía en resolver el enigma. Nada más salir escribió sus conclusiones y se las envió a algunos colegas y a 3 publicaciones especializadas. Después llamó al Inselspital para que prepararan la 139 esta vez. Se le acababa de ocurrir algo. Ludwig Julius Seferović había donado su cuerpo a la ciencia, convencido de que vivo resultaba mucho más útil que muerto. 

(Escuchando: Garbage - Big bright world)

12/11/14

los tímidos y humildes

Son cientos, 
miles, 
son millones. 
Son la chica del laboratorio 
que huele a libro antiguo,
el estudiante de ingeniería mecánica
cuya mente descarriló durante aquella exposición oral
y los novios ilustradores,
más interesados en dibujar sobre manteles corazones humanos 
(con venas cavas y arterias pulmonares y las demás cosas) 
que en conservar su trabajo en la cafetería. 
Son todos esos a los que no estáis mirando. 
Los tímidos y los humildes algo traman. 
Callan por vergüenza
y callan por no delatarse. 
Se reconocen entre sí 
hablando apenas
y empleando códigos tan maravillosos e impenetrables
como los pensamientos que no revelarán jamás. 
Cuando los tímidos y los humildes se levanten
nadie va a verlos venir. 
Porque no es lo que se espera de ellos. 
Porque todavía entonces tendréis los ojos 
vueltos 
en la dirección equivocada. 

(Escuchando: Kasabian - Vlad the Impaler)

3/11/14

demasiado lars von trier

El muñeco fue el primero en cerrar los ojos. Dentro cámara super lenta. Varias toneladas de carga salidas de ninguna parte impactaron contra el vehículo sacudiendo las tres cabezas parpadeantes a 10.750 imágenes por segundo. Blanco y negro. Un aria barroca sonando fuerte. Ella fue la que tomó conciencia de la situación, cogió el brazo de él y tiró hasta que ambos salieron del coche. Fuera, sin Haendel, coloreados, a velocidad estándar, contemplaron (en escala de grises) cómo Mickey Mouse desaparecía realmente despacio entre aquel amasijo de metales retorcidos. Cuando brotaron las llamas se abrazaron, teniendo presente que con casi total seguridad nunca se verían en otra igual.

20/10/14

año cero

Esperó hasta dormirse y soñó con otra navidad. Una navidad negra. De cielos oscuros y suelos cubiertos de ceniza. Una navidad de rostros consumidos tras las máscaras de gas. Una en la que los Reyes Magos traían carbón a los niños buenos y se llevaban a los malos. Se despertó pronto y corrió escaleras abajo desembarazándose de la inquietud. Sus padres estaban junto a los regalos. Por primera vez reparó en las arrugas de mamá. No era tan guapa. En los ojos cansados de papá. No era tan fuerte. Quizá no había sido un sueño. Quizá era un rápido vistazo a algo que se acercaba. 

(Escuchando: Apoptygma Berzerk - Shadow [People Theatre Remix])

13/10/14

las noticias de la carpeta con el símbolo de playboy: roswell tres delicias


Hace exactamente un año y cuatro meses que el bueno de Li fue encarcelado por lo del extraterrestre. Yo lo único que os pido es que veáis la foto del espécimen. 

(Escuchando: Beck - Country Down)

6/10/14

adelante

Cuéntame otra vez eso tan divertido,
¿cómo empezaba?
Sí, aquello de que no eres feliz.
Lo de que la gente es cruel
y te pone triste.
Cuéntame que durante las vacaciones no paró de llover
ni un solo día. Remárcalo.
Ni
un
solo
día.
Bien.
Ahora déjame ver las fotos de tu sobrino
y yo haré como si no me importara una mierda.
Dime que me entiendes,
que te gustaría hacer algo por mí,
que los Piscis somos personas sensibles.
Sonríe.
Enséñame cómo conseguir un contrato.
Genial.
Háblame de la dieta sana.
Vamos juntos a explicarle lo del gluten
al mendigo
que se arquea bajo el peso de la desesperanza.
Convéncele de que ningún animal se lo comería a él.
Asegúrale que los gusanos no van a roer su estómago
cuando muera
el próximo invierno.
Adelante.
Quiero escucharlo. 

(Escuchando: Johnny Cash - Rock and Roll Shoes)

28/9/14

estoril

Es mi segundo día en Cascaes. Ayer estaba demasiado cansado por el viaje y me dio pereza escribir. Sigo preguntándome qué hago aquí. Ambientar mi relato en Estoril porque el premio consistía en un viaje a la costa portuguesa resulta una estratagema tan obvia y lamentable que no sé en qué estaba pensando. “¿Escritor?”, me pregunta todo el mundo. No tengo ni idea de por qué me lo preguntan. “Sí”, miento a veces. Cuando contesto que no, que solamente he ganado un certamen con un relato mau (“malo” es lo único que he aprendido a decir) se encogen de hombros y sonríen sin terminar de entenderme. De manera que digo que sí casi todo el rato.

El viaje era para dos personas. Debería haber venido con alguien. Me he dado cuenta después de pasar la mañana en el spa, la piscina y el baño turco. No ha sido en ninguno de esos sitios, me he dado cuenta más tarde, tumbado en la cama contemplando las dos entradas a las que tengo derecho para visitar el Palacio da Pena. Si hubiera estado con alguien nos habríamos reído. En ese momento nos habrían dado igual sus torres, su fachada y sus cúpulas. Nos habría bastado con el nombre. Yo sí que doy pena. Si hubiera venido con alguien todavía nos estaríamos riendo.

Consigo hablar con un trabajador del hotel que me propone con insistencia que pase por la Rua Francisco Romero, cerca de la biblioteca municipal. Investigo si Francisco Romero fue un torero. Me responde que probablemente lo fuera. A cierta altura nace una bocacalle que acaba en un racimo de casas donde viven y se reúnen muchos escritores (utiliza la palabra “racimo”); la mayoría españoles, dice. Como no tengo más planes para los próximos días y necesito mantener una conversación fluida le hago caso.

La zona está perimetrada por una verja de seguridad y hay un guardia en la puerta. “Escritor”. Sí, sí, claro. Escritor. Comprueba mi pasaporte y me deja pasar. En un principio atribuyo tanta medida de precaución a que tal vez vaya a encontrarme con una figura literaria de renombre dentro de alguno de esos apartamentos. Puede que una amenazada por sus ideas. Es ridículo, pero durante un momento la idea cruza mi mente.

Me reciben emocionados. Muy emocionados. Demasiado emocionados. Hablan atropelladamente, se interrumpen entre ellos, me enseñan sus textos, me obligan a leerlos. Lo hago. Todos son bochornosamente predecibles. Parecidos en su lenguaje recargado y desprovisto de información real. Muchos han sido escritos hace poco pero es como si hubieran influido los unos en los otros durante décadas. Para entonces no me sorprende cuando comentan que ellos también ganaron un concurso y una vez en Cascaes decidieron quedarse a vivir. Tampoco cuando me invitan a pasar la noche como uno de los suyos. Digo sí una vez más. ¿Qué otra cosa iba a hacer? Estoy en un campo de internamiento para escritores malos. 

(Escuchando: Marvin Gaye - Here, My Dear) 

22/9/14

carta a un joven auditor

Deberías airearte un poco, joven auditor. Pasear por la sierra. Deberías decirle a tu novia que no trabaje tanto. Que las hemorragias nasales pueden estar causadas por el estrés. Deberías olvidarte el móvil a veces y recuperar el fijo para llamar a tu madre. ¿Tanto dinero necesitas como para no invitar a tus amigos cuando por fin os encontráis? Deberías pasar menos tiempo en las torres de AZCA y más en los bajos. Entonces, en una de esas noches oscuras, verías las fosforescencias fatuas de los cadáveres recientes. Los cimientos, joven auditor, se apoyan en miles de restos fósiles de muchachos como tú. 

(Escuchando: Queens Of The Stone Age - Broken Box)

15/9/14

blues de san ginés

Hay una adivina en la Calle del Arenal 
que tiene un cartel en el que pone
“Salud, dinero y amor por la voluntad”. 
Me llevo la salud, el dinero y el amor
y dejo la voluntad,
porque quiero saber lo que se siente
y porque
hasta ahora
mi voluntad no me ha servido de nada.

(Escuchando: Ceremony - The summer the sun)

8/9/14

brueghel

El Prado exhibe El Triunfo de la Muerte de Brueghel el Viejo. En televisión una ramera exhibe los moratones que le ha causado el animal de su novio. Oh, pero los museos cierran tarde. Podemos terminar de ver esto y acercarnos al Prado luego.

3/9/14

obsolescencia programada

Es cruel que se nos acabe el tiempo
y tengamos que emplearlo en tratar de enderezarnos,
en engrasar las piernas con drogas tópicas
y en rendirnos a la ansiedad
en salas de espera implacables
porque la vista sólo nos permite ya mirar hacia dentro. 
Es cruel que la mente siga funcionando pero no lo haga el cuerpo. 
Es cruel que el cuerpo siga funcionando pero no lo haga la mente. 
Es cruel no ser ése nunca más. 
Es cruel llamar a tu madre a gritos en mitad de la noche
cuando te despiertas recordando que has sobrepasado la edad
que ella tenía al morir. 
Es cruel esperar malherido en el baño 
a la única visita que no va a fallarte. 
Es cruel sentir envidia de los movimientos de animales pequeños
y es cruel perderte un destello de lucidez
que no volverá a producirse. 
Es muy cruel que las horas de descanso se reduzcan
conforme aumentan las de dolor.
Es tan cruel olvidarse de uno mismo
que la naturaleza emplea los más perfectos mecanismos de incapacitación
para evitar que salgamos a la calle y disparemos contra esa juventud
pletórica y provocadora, 
resplandeciente al atardecer. 

(Escuchando: Tom Petty and The Heartbreakers - Breakdown)

25/8/14

club deportivo azalea

Intentas caminar por el Club Azalea como Nick Cave por Jubilee Street. Pero estás demasiado pálido. Te sobran unos cuantos kilos. Has perdido pelo. Lo has ganado en otras partes. Has perdido carisma. Resolución. Llevas un bañador que ya no se lleva. Que nunca se ha llevado, en realidad. Asistes a una celebración ritual a la que no has sido invitado. Las únicas representantes del sexo opuesto que podrían dejarse impresionar están sentadas en círculo, desparramándose sobre sillas de lona reluciente por el uso. Han escrito sus iniciales con rotulador en ellas. Juego de tronos. No te mirarían si tuvieran treinta o cuarenta años menos. Te quitas la camiseta prometiendo algo que  —es evidente mucho antes de que lo hagas— no puedes cumplir. 

Tu gradual entrada en la piscina después de haberte expuesto de forma no menos cobarde a la ducha es tan lastimosa que si alguno de los socorristas te hubiera visto habría empezado a hacer estiramientos. Resulta tremendamente difícil de creer que no seas capaz de aguantar más que un largo. Pero es así. Tus piernas están débiles. Tus brazos responden hasta cierto punto. Te dedicas a hacer anchos. Un par o tres antes de refugiarte en el bordillo jadeando como un mastín viejo. Los tipos duros fuman. No jadean. Los tipos duros no nadan. Y si nadan, pueden recorrer una distancia respetable. Cuatro o cinco largos al menos. A lo mejor el problema está en tu manera de respirar. A lo mejor tu cerebro no es capaz de coordinar tus movimientos con eficiencia. No sería la primera vez. A lo mejor nunca aprendiste a nadar. Tus gafas de bucear baratas se empañan constantemente. Como si no fuera suficiente con todo lo anterior. Consiguen que bajo el agua las figuras que avanzan en dirección perpendicular parezcan próximas. Carnes descolgadas siguiendo las imposiciones del oleaje. Un cuerpo femenino se desliza delante de ti. Eso te anima un poco. Más tarde, cuando emerja por una de las escalerillas laterales, descubrirás que alcanzó su plenitud antes de que nacieras. Eso te deprimirá. Nadie va a apartarse de tu camino porque ni siquiera esperan que tú te apartes del suyo. Porque no estás ahí. Su rutina funciona como un escudo impermeable a las intromisiones. Eres el fantasma de un chaval que murió ahogado hace mucho tiempo. A menos de un kilómetro de donde te encuentras hay un castillo en ruinas del siglo XIII. 

La zona más profunda te asusta, de manera que te mueves en el extremo opuesto, donde los niños chapotean alegres bajo la supervisión de sus padres. Tendría más sentido si fueras uno de ellos. Si fueras uno de los niños; si fueras uno de los padres. El agua no es tu elemento. ¿Cuál es tu elemento entonces? Las cruces formadas con azulejos negros marcan el principio de cada calle. Así los nadadores saben hacia dónde tiene que dirigirse. La única cruz que hay en tu recorrido es la que formas al interponerte en la navegación longitudinal lógica del resto de bañistas. 

Al abandonar la piscina la cosa no mejora demasiado. Te tumbas sobre una toalla invisible porque tu invisibilidad afecta también a tus pertenencias. El sol no calienta. Escuchas cosas como: “Iñigo y Maribel están en un spa. Con los niños. Es un spa para ir con niños”. “Mi hermano estuvo a punto de tener un accidente. Aquí mismo.” “Llegué a pesar 58 kilos. Me quedé estupenda. Pero yo lo que quiero es comer. Poco, pero un poco de todo. Ni siquiera cuando era jovencita estaba delgada”. Alguien llama a su hijo “campeón”. Una mujer le cuenta a otra la parábola del hijo pródigo o la del buen samaritano o la del sembrador o cualquiera de las otras mientras las dos se alejan caminando erguidas con el pelo recogido como en un anuncio de agua mineral. Un grupo de hombres bromea sobre la simpatía de uno de ellos por un equipo de fútbol que dos días atrás perdió estrepitosamente. Sus esposas se ríen con aullidos agudos y sincopados y se llevan las manos a la boca intercambiando miradas con rápidos movimientos de cabeza. Un tatuaje que podría ser una variz. Una variz que podría ser un tatuaje. Alguien sorprendentemente tonificado para su edad. 

En el vestuario, un crío rollizo se para delante de ti y te observa con curiosidad. Dice: “Hola”. Sonríes. Desaparece. Un viejo pequeño y vivaz desnudo de cintura para abajo canturrea combinando la letra “p” con un sonido parecido al de la “o” o la “u” lo primero que se le pasa por la cabeza. Se comporta como cualquier viejo en cualquier vestuario del mundo. Al secarse, individuos con vello en la espalda balancean sus genitales a pocos centímetros de la cara de los que algún día harán lo mismo con los nietos de esos individuos y les suministran consejos fortificantes del mismo modo en que debió originarse todo hace miles de años en la profundidad de las cavernas. Palmadas viriles entre los adultos. Propuestas de excursiones ciclistas a la sierra. El anciano suspira. 

Llevas dos horas sin pronunciar una sola palabra. La última, alguna clase de saludo dirigido a la chica que está en la entrada, apenas audible. Es guapa y tiene aproximadamente tu edad. Una compañera de juego. Ahora está leyendo y no se entera cuando pasas frente a ella modificando ligeramente el saludo inicial. Así que vuelves sobre tus pasos y le pides fuego. Porque el otro día la viste fumar. Porque no te atreves a pedirle nada más. Le das las gracias. Te vas.

(Escuchando: Turbonegro - Sailor man)

11/8/14

círculo social ártico

Patricia tiene una amiga 
con la que harías buenas migas. 
No está mal.
Estudió Trabajo Social. 
Una tía simpática, alegre y muy inteligente. 
Le gusta ayudar a la gente. 
Patricia y yo creemos que te conviene, 
ya es hora de que te olvides de Irene. 
Vale, puede que no sea una belleza, 
pero ha llegado el momento de que sientes la cabeza.
Bueno, no es una amiga, es su hermana, 
me la presentó este fin de semana.
¿Te imaginas a los cuatro
yendo a la bolera un rato, 
luego a cenar una pizza
y a ver una peli de risa?
Entiendo que quieras salir y conocer a otras personas
beber, gastar bromas,
hablar con extranjeros y practicar nuevos idiomas,
yo pasé por la misma etapa
y no pretendo darte la chapa, 
sabes que somos amigos, 
puedes contar conmigo,
sólo quiero hacerte ver
que necesitas una mujer. 
Una mujer de verdad, una que sea buena
no como aquella eslovena
o la otra, la chilena,
que de todas las que te buscas ninguna merece la pena.
¿Organizamos pues la cita con la hermana de Patricia?
Hazme caso, de verdad, la chica es una delicia. 
Hasta le hemos pasado poemas de esos que te gusta a ti escribir,
a ver si se iba a pensar ahora que eres un hazmerreír. 
No los ha entendido bien, porque no es muy de leer,
lo que sí que nos ha dicho es que te quiere conocer. 
¿Tú qué opinas? ¿La llamamos?
¿Hola? 
¿Estás ahí? 

(Escuchando: Arctic Monkeys - Snap Out of It) 

4/8/14

el curioso caso de luis lópez

Una colisión a menos de diez kilómetros por hora en un cruce. Luis López se distrajo abandonándose a cualquier cavilación, algo que le pareció bastante relevante en ese momento y en lo que no volvería a pensar nunca más, no tuvo tiempo de frenar y le dio por detrás a un Dacia Sandero. A menos de 10 kilómetros por hora. Chocar contra un Sandero a esa velocidad no es nada del otro jueves. Aunque es suficiente para sufrir una sacudida que te mantenga despejado durante el resto del día. En el caso de Luis López (hay quien la tiene más fijada y quien menos) también fue suficiente para que su alma se descolgase de su cuerpo. 

Al principio no se dio cuenta. Y en realidad lo que quiera que pasase aquel día fue siempre un misterio para él. Lo único que sabía es que a partir del accidente, cuando estaba durante mucho rato de pie le entraba como angustia. Una pesadumbre rara. Tal que si se le cayera el alma a los pies. Eso era, naturalmente. Que de verdad se le caía. Sentado estaba algo mejor, pero no terminaba de notarse él mismo hasta que no se acostaba. Reírse era buena cosa, porque además de los múltiples beneficios que tan saludable práctica trae consigo, el espíritu se le iba encaramando a golpe de diafragma. Los estornudos, por el contrario, impulsaban su ánimo hacia el fondo. Al toser podía pasar lo uno, lo otro, o todo al mismo tiempo. Menuda experiencia. 

Con el alma suelta dentro de su organismo, López hacía lo posible por redactar guiones decentes que presentaba a concursos. Era una forma de darse a conocer y conseguir medrar en el audiovisual. Por el momento no había tenido mucha suerte. Ni en el certamen de monólogos de Nerja ni en el Roa Cinero de Paraguay. Ni en el concurso de guiones de documental Región de Murcia ni en el  cortometrajes de Archidona. En su nuevo estado le costaba horrores dar con una buena historia porque la inspiración enseguida se le escurría a los tobillos. Desmotivado, salía a correr o se hacía unos largos en la piscina municipal. Le sentaba muy bien. Lo de la piscina lo que más. De manera que empezó a pasar tiempo y tiempo braceando entre jubilados y echando carreras a los parados del polideportivo y cada vez menos escribiendo. 

Hasta tal punto se metió en lo del deportismo, que superados los treinta y sin haber ejercitado nunca más músculo que los flexores de los dedos para mesarse las barbas cuando pensaba en algo que escribir, se puso a ganar campeonatos de natación, triatlones, pentatlones, mediamaratones y maratones enteras como un descosido. En el agua sentía sus fuerzas renovarse. Corriendo se ponía de un melancólico que para qué, pero las piernas le funcionaban como si estuvieran poseídas por algún ente sobrevitaminado. Cuando la esencia de cada cual converge en un mismo punto se producen fenómenos extraordinarios. No es que fuera el sueño de su vida, pero mira, algo por fin se le estaba dando bien y tampoco era plan de desaprovecharlo. Si en vez de por ahí le hubiera dado por ponerse delante del ordenador cabeza abajo, los guiones le habrían salido estupendos y del tirón. Pero, claro. Primero se te tiene que ocurrir hacerlo. Que ya es ocurrencia. Y luego está lo de llenar entre 90 y 120 páginas en Courier 12 con su formato y todo en posición invertida. Que muy cómodo no tiene que ser. Nada. Mucho mejor lo de hacerse atleta y contar con el patrocinio de GAES Centros Auditivos. O no. No sé. 

(Escuchando: Genitorturers - 2 faced traitor)

31/7/14

tres magias

Creo que estaría bien
que viniéramos al mundo
con
al menos
tres magias,
como en los videojuegos clásicos.
Creo que estaría bien
que cuando las cosas van mal
pudiéramos utilizarlas.
Hay veces en que me gustaría tener tres magias,
activarlas levantando el brazo
y soltarlas todas
a la vez.

22/7/14

carcoma



La carcoma creó con sus perforaciones un pequeño smiley en la librería del salón. Jamás volví a aquella casa. 

(Escuchando: Lisabö - Narrazti gizakiaren sehaska kanta)

14/7/14

grandes momentos de la historia del videoclip: mark lanegan - the gravedigger's song


Dirigido por Alistair Legrand

(Escuchando: Mark Lanegan - Riot in my house)

cuando se podía fumar en los supermercados

Algo que no pasó. Algo que no sea tan disparatado como para que resulte inconcebible que pasara pero que en realidad no pasó. Algo que pudiera, por qué no, mantenerse agazapado en una grieta profunda y oscura del cerebro de una persona. Algo que no tenga una carga emocional reseñable de la que se hubiera servido esa vivencia para anclarse en el hipocampo (en realidad, estudios recientes localizan la memoria a largo plazo en la corteza motora). Algo neutro. Plausible. Algo parecido a esto: 
—Joder. Eso es como cuando se podía fumar en los supermercados. 
—¡Es verdad! Dios. Fumar en los supermercados. 
—Jajaja… ¿Cómo? ¿Cuándo se ha podido fumar en los supermercados? 
—No sé. Cuando se podía fumar en todas partes. Yo me acuerdo de ir al pediatra y estar el tío fumándose un cigarro. 
—Ya, pero en los supermercados nunca se ha podido fumar.  
—Que sí, mujer. Si había ceniceros. Lo recuerdo perfectamente. 
—Os estáis quedando conmigo, ¿verdad? 
—Tú eres la que se está quedando con nosotros. Pregúntaselo a cualquiera. Pregúntaselo a tus padres. 
—No voy a preguntarles a mis padres esa chorrada. Igual en Estados Unidos se podía fumar pero aquí nunca se ha podido fumar en los supermercados. 
—Bueno, como quieras. Entonces nos lo acabamos de inventar, ¿no?
—Claro. 
—Vale. Lo que tú digas. 
—¿Pero cómo es posible que no te acuerdes?
—Nada, nada. Déjala. ¿Quién quiere otra?
—Yo mismo.
—Anda, pide tres. 
Si dos o más individuos se asocian para elaborar esa fantasía y lo hacen bien, introducen el falso recuerdo con las precauciones oportunas y cambian de tema en el momento preciso sin darle mayor importancia, crearán en la persona engañada una incertidumbre que puede transportarla a un delicioso universo de recuerdos alternativos. La persona engañada (en caso de que el experimento se haya hecho con el sujeto adecuado, y así es como tiene que hacerse) buscará información al respecto a través de diferentes vías. Siendo un hecho insignificante como el ejemplificado arriba, no encontrará gran cosa y lo dejará correr, pero existe la posibilidad de que un amigo le diga: “Sí, claro que se podía fumar en los supermercados”. La persona engañada habrá activado, sin saberlo, el falso recuerdo en un nuevo sujeto. La persona engañada es aquí doblemente engañada mientras, a su vez, ella misma está engañando a la otra parte de alguna forma. Implantado todo esto de manera apropiada y con un poco de suerte, es de esperar que al cabo de un tiempo aparezca alguien que trate de convencerte de que antes se podía fumar en los supermercados. Que si no te acuerdas. Porque él sí. Él se acuerda perfectamente de los ceniceros. Entonces, tus cómplices y tú, los legítimos artífices del mito, lo habréis conseguido. 

(Escuchando: Blur - Oilywater)

7/7/14

un acceso de filantropía me sorprendió en la panadería

La chica que me vende el pan 
es nueva. 
Lo noto enseguida. 
Aunque sólo fuese 
porque está más nerviosa que yo,
lo habría notado. 
A este lado del mostrador 
siempre estamos más nerviosos.
Cuando me da las vueltas
le digo:
“gracias”,
y con un gesto que he ensayado
mentalmente 
le digo: 
“ánimo”,
porque me parece apropiado. 
Escucha mis gracias,
pero mi gesto y mi ánimo y mi apoyo
van a dar contra las barras del fondo.
Ella ya no está escuchando
y habla con otro cliente.
Esta tarde 
alguien comprará una baguete
alentada
con unos ánimos
que 
(ahora me doy cuenta)
necesitaba para mí.

(Escuchando: Pixies - Magdalena 318)

2/7/14

arquiternura

Durante los años veinte del siglo pasado, surgió una corriente arquitectónica que, debido a las características de su planteamiento, llegó a conocerse como Arquiternura. Con ese nombre por lo menos fue traducida a nuestro idioma, aunque lo más probable es que se trate de una mala transcripción en favor del juego de palabras. A sus impulsores les traía al fresco esto de las taxonomías, sólo les importaba crear espacios lo más acondicionados posibles para solteros huérfanos, poetas sufrientes, primogénitos olvidados por sus familias numerosas y cualesquiera otros menesterosos afectivos. 

El modelo arquiternúrico proponía ambientes confortables y cálidos en los que el residente se sintiera amparado y bien. Edificaciones para el cuerpo y el espíritu. “La arquitectura será blanda y peluda”, le soltó Dalí a Le Corbusier una vez que el suizo se metió con Gaudí. La Arquiternura lo fue. Y ninguno de los tres llegó nunca a enterarse. Las paredes presentaban relieves acolchados forrados con terciopelo para apoyarse en los momentos de pesadumbre. La iluminación podía regularse en función del estado de ánimo, sirviéndose de bombillas de diversos colores que, con la ayuda de tabiques móviles profusamente decorados, convertían la estancia ora en un agradable jardín oriental, ora en un tranquilo café vienés. Los tejados se preparaban de manera que el viento, al pasar por las cavidades estratégicamente arregladas entre las cubiertas, armara graciosas melodías. Había patios interiores con gran variedad de flores y vegetales y había también ingenios mecánicos con formas animales que tenían propiedades autómatas. Desafortunadamente, viviendas semejantes suponían un desembolso que no estaba al alcance de todo el mundo. 

Este problema se solventó parcialmente con la participación de la administración pública, a pesar de lo cual el proyecto fue un contundente fracaso. La masa desatendida prefería refugiarse de sus insuficiencias sentimentales en prostíbulos, farmacias que dispensaran cocaína y salones de baile. Lo que terminó de una vez por todas con la Arquiternura fue el caso nunca aclarado del tal Hirschfeld, un tipo que estuvo viviendo durante al menos un año en el prototipo de apartamento más ambicioso de todos. A años luz de los demás. Uno que todavía estaba en fase de prueba. Se dice que existía una interacción sensorial tan completa entre ambos, que el infeliz terminó, de alguna manera que ningún psicoanalista supo explicar, enamorado de la casa. Se dice también, y aquí está lo terrible del asunto, que hubieron de demoler el inmueble para poner fin a una situación tan comprometida. Hirschfeld se negó a abandonarlo y permaneció encadenado a uno de sus pilares hasta el final. 

(Escuchando: Arctic Monkeys - Do I wanna know?)

30/6/14

las noticias de la carpeta con el símbolo de playboy: ojos que no ven


Tan prodigioso incidente tuvo lugar allá por enero del 2006. Lamentablemente, la alegría duró poco en la residencia de los Urch. 

(Escuchando: Jimi Hendrix - Purple Haze)

25/6/14

les impeccables

—Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón
Cincuenta agentes de la Europol de al menos una decena de países distintos examinaban la grabación que una cámara de seguridad había recogido del último crimen de Les Impeccables. Una pareja de asesinos que mataban tan refinadamente que nadie era capaz de averiguar cómo lo hacían. Después, vestían a sus víctimas con exquisitos trajes a medida. Les peinaban. Les maquillaban. Les perfumaban. Ya llevaban siete. Verdaderas obras de arte. 
—Observen la calidad del tejido, por favor. 
La pregunta llevaba meses en la cabeza de todos. Alguien, por fin, se atrevió a formularla: 
—¿Es absolutamente necesario perseguir una actividad tan hermosa? 

(Escuchando: Filter - Take a picture [radio edit])

23/6/14

feos

Mandábamos nuestras fotografías de cuerpo entero a agencias de modelos y recibíamos negativas sistemáticas. Constatábamos así lo que queríamos creer pero no nos atrevíamos a ratificar. Que éramos feos y podíamos dedicarnos a tareas menos sacrificadas. 

(Escuchando: Nine Inch Nails - All time low)

18/6/14

aunque si me lo pides supongo que puedo pensármelo

Creo que, 
de alguna forma, 
estoy enamorado de ti 
como nunca antes lo he estado 
de nadie,
pero preferiría 
pasar un fin de semana en la cuna de Judas
antes que salir contigo. 

(Escuchando: Filter - I'm not the only one)

11/6/14

lo frágil

Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar. El presbítero ha perdido la fe durante su sermón. Ante cientos de feligreses. Una revelación puede funcionar en ambas direcciones. El sonido de las sirenas antiaéreas precede al de las bombas ahí fuera. La gente corre a esconderse en los refugios. No hay forma de hacer entrar en razón al pastor. Se quedará allí. Perecerá con el templo si es que está escrito. Su lugar es éste después de todo. La ciudad amanece devastada. A excepción de la iglesia, que se mantiene intacta. El hombre sigue dentro abrazado a sus rodillas. Un monumento al abandono de toda certeza. 

 (Escuchando: Herbert Weixelbaum - Enjoy The Silence)

4/6/14

ahora sé cómo se sintió kylie minogue cuando los bisturíes alcanzaron su nariz aguileña

No puedo sacarte de mi cabeza. 
He hablado con los SWAT para que te hagan salir, 
pero dicen que yo me lo he buscado. 
He escrito a los TEDAX para que vengan antes de que sea demasiado tarde,
pero me han contestado que no trabajan con tipos tan estúpidos
como para dejar que una mujer se aloje ahí dentro. 
Conozco a un dinamitero que está dispuesto a ayudar, 
así que guardo su tarjeta por si al final la necesito.
Mientras,
salgo pronto de trabajar
para pasar todo el tiempo que me queda libre no pensando en ti
(resulta complicado).   
Doy vueltas por la ciudad sin darle vueltas al hecho de que 
si fuese ese imbécil de allí
o aquel otro de allá, 
te enamorarías de mí
(es agotador). 
Y tú te revuelves y lanzas puñetazos y me das unas patadas tan fuertes
que, 
joder,
uno de estos días me vas a hacer llorar. 
La. La. La. La. La. La. La. La. 
La. La. La. La. La. La. La. La.
No puedo sacarte de mi cabeza. 
Repetir esta última parte cuatro veces. 

(Escuchando: The Smiths - Bigmouth Strikes Again) 

2/6/14

una plegaria extraterrestre

Mucho me temo que vienen a rescatarme
Antonio Hinojosa cruza lentamente la cocina en albornoz ante los atónitos ojos de su mujer y sus tres hijos, atraviesa la puerta que da al jardín y penetra en el cono de luz que se proyecta sobre el césped. Alguien le llama por su nombre. Lleva años rogando por que llegue este momento. Construyendo sin descanso pequeños dispositivos para poder enviar un mensaje más allá de las estrellas. Una petición formal de ayuda. Una oportunidad para escapar de su miserable existencia. Lejos de una familia que no le respeta. Antonio se eleva. Se eleva un poco más. Un metro por encima del suelo. Asciende. Más lento ahora. Algo más lento. Baja la cabeza. Su mujer le agarra por el tobillo con una mano mientras coge con la otra la mano del mayor de los niños, que, a su vez, coge la del mediano que coge la del pequeño. La cadena se despliega en medio de la noche. Antonio Hinojosa conoce perfectamente esa mirada. La conoce desde mucho antes de que se casaran. 
—Hasta que la muerte nos separe. Eso fue lo que prometiste —dice ella. 

(Escuchando: Pet Shop Boys - Heart)

21/5/14

out of the blue and into the black

Sólo ceniza. De la casa de mis padres no quedó nada más. Se consumió hasta los cimientos. He visto a algunos amigos arder alcanzados por rayos. Tenía un perro que sufrió un desafortunado accidente con una barbacoa. Mi mujer murió calcinada al chocar contra un camión que transportaba 25 toneladas de propileno licuado. Desde que llegué a esta residencia ha habido siete casos de combustión espontánea. Si lo que quiere saber es cuándo voy a morir, le diré que a mis 86 años espero que sea lo antes posible. Si me pregunta cómo, no tengo ni idea. Supongo que me apagaré lentamente. 

(Escuchando: Neil Young - Hey Hey My My)

19/5/14

hacer un trío

Hacer un trío 
es como ir a un festival 
en el que tocan tus dos grupos favoritos
y sus conciertos coinciden. 
Hacer un trío 
con otro tío
es como ir a un concierto de tu grupo favorito
y tener que aguantar al borracho de al lado
que grita,
se tambalea,
huele a sudor
y dice estupideces sin parar. 
Con el añadido de que
en algún momento
(¿quieres apostar?)
los genitales de ese borracho 
van a terminar rozándose con los tuyos. 

(Escuchando: The Doors - People are strange [Infected Mushroom remix])

14/5/14

el fin de los tiempos me pilló muy ocupado

La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad y reducía todo aquello que amaba a cenizas, metal retorcido y sangre carbonizada era el menor de mis problemas. Con diferencia. 

(Escuchando: Los Peyotes - Mocker)

5/5/14

aguanegra

Mientras la impía lluvia borraba la rayuela del patio del colegio la gente se refugiaba en sus casas. Era aquella una lluvia oscura. Densa y pesada. Leche negra que caía con fuerza y se filtraba hasta la raíz de todas las cosas. Matando desde el interior. Cientos de coches abandonados en medio de las avenidas. Decenas de caídos. También animales desfigurados. Sucedía a veces. Para purgar los pecados. Eso se decían. Intuían que en realidad continuaría pasando de todas maneras. Independientemente de sus actos. Pero querían pensar (necesitaban hacerlo) que cuando por fin salía el sol habían quedado libres de cualquier falta. 

(Escuchando: Clovers - Crawlin)

29/4/14

tu pelo

Una semana después de que te fueras hice que barnizaran por fin el parqué del salón. Un poco por joder, no te digo que no. Un poco por ahora que te has ido es justo cuando voy a hacerlo. Un poco por mantenerme ocupado, superarlo y todo eso. En cuanto aquel tipo terminó su trabajo y salió de casa, me di cuenta de que se había dejado un pelo tuyo debajo de la brillante capa de poliuretano. Una redundancia innecesaria. Tu pelo siempre ha llamado la atención por su brillo. Es tuyo. Resulta una tontería creer otra cosa. Conozco tu pelo. Es demasiado largo para ser mío. 

Trato de no pensar en eso. Porque si pienso en tu pelo me pongo triste. Y si me pongo triste voy por ahí cabizbajo. Mirando al suelo. Y si miro al suelo veo tu pelo. Y eso me pone más triste todavía. De manera que cada vez que pienso en ti y en tu pelo intento desviar mi atención hacia Elvis. Elvis,  Tupelo, Condado de Lee, Misisipi. Ahora cuando escucho a Elvis también me pongo triste. Hasta hace poco imaginaba que algún conquistador español que se encontraba en una situación parecida a la mía había bautizado a Tupelo con ese nombre. Me he enterado de que realmente se llama así por una clase de árbol que es muy frecuente allí. Vale. Un botánico o algo parecido entonces. Un botánico en el mismo lugar que yo. 

Podría lijar esa zona del salón, pero yo no sabría cómo hacerlo para que quedara bien y pedírselo a alguien resultaría bastante embarazoso porque de alguna u otra forma, aunque me inventara cualquier pretexto, acabarías saliendo a relucir. Tú y tu pelo reluciente. Así que voy a dejar las cosas como están. Tu pelo parece un insecto atrapado en ámbar. He visto Parque Jurásico. Es muy posible que en un corto espacio de tiempo la ciencia pueda hacer que vuelvas conmigo. Aunque tú, bueno, no seas esencialmente tú. Creo que me conformaría con que tuviera tu pelo. 

(Escuchando: Turbonegro - Let's go to Mars)

24/4/14

voy a apoyar la guerra

Voy a apoyar la guerra. 
Voy a vender mis ideales
para poder subvencionar 
a las tropas invasoras de tu país. 
Voy a alistarme en el ejército
si es preciso 
y voy a disparar a tu marido en el frente 
(un tiro en medio de la frente). 
Voy a matar a tus padres,
a tu hermana,
voy a destruir tu pueblo,
voy a quemar tus tierras,
para que tengas que volver aquí 
como una refugiada.
Yo seré tus padres,
tu marido,
y tu hermana. 
Yo seré tu pueblo, 
tus tierras. 
Yo voy a ser tu bandera. 

(Escuchando: Teophilus London - Last Name London) 

9/4/14

todos los dobles del presidente

Le deseé que tuviera un buen turno y me marché a casa. Como todas las noches, he dormido con las ventanas cerradas y los ojos abiertos. Esta mañana me ha llamado su mujer. Un grupo de anarcosituacionistas lo arrinconó en un callejón cerca de la Estación Central cuando salía de trabajar y lo ejecutó. Masaryk no era el más parecido. Yo me parezco más. Mientras hababla con ella, el auténtico presidente (o Yankelevich, o Vuković, o Farkas, o cualquiera de los otros, es difícil saberlo) daba un discurso en la televisión. Si todo va tan bien como dice, ¿por qué nos están exterminando a todos? 

(Escuchando: Balcanes - Plataforma)

4/4/14

metódicamente enamorados

A y B se conocieron en un curso de contabilidad financiera. B ocupaba uno de los últimos asientos de la clase, así que dominaba toda el aula con sólo levantar la vista de los apuntes. Que se fijara en ella era cuestión de poco tiempo. A tardó algo más en fijarse en él, pero cuando al fin lo hizo, cuando B empezó a resaltar a sus ojos ante el resto de compañeros, lo hizo con un interés que dejaba a ambos en igualdad de condiciones. Ahora uno de los dos tenía que dar el paso. 

En realidad no importa quién lo dio. El caso es que empezaron a sentarse juntos en clase. A hacerse reír. A desaprovechar el curso y a aprovecharlo de otra manera. ¿Quieres hacer algo después? Sí, vale. Por qué no. Durante la última etapa de la Humanidad el destino de la especie se ha articulado en torno a esta sugerencia. Así que A y B comenzaron una relación. Sus cerebros se pusieron a segregar dopamina, testosterona y norepinefrina con una intensidad muy superior a la normal. Conforme los niveles de serotonina descendían, la obsesión de A por B y de B por A se acrecentaba. Cuando la pasión entra por la puerta el control salta por la ventana. 

Hay estudios que demuestran que lo que todos entendemos por amor no dura, en realidad, más que dos o tres años. Cuatro en el mejor de los casos. Y esa primera fase de entusiasmo (en la que más que de amor deberíamos hablar de enamoramiento) se extingue pasados los primeros doce meses. Aproximadamente. A partir de ese momento la pareja entra en una fase de tolerancia mutua. Es un proceso químico. La química no entiende de sentimientos. Aunque sea precisamente la encargada de producirlos. Ningún ser humano podría tolerar el desorden que una reacción así provoca en el organismo durante un intervalo más amplio. A y B se encontraban inmersos en esa fase. La del enamoramiento. Euforia, hiperactividad y pérdida de apetito. Pero decidieron tomarse las cosas con calma. 

Un mensaje por semana. Del tipo que fuera. A través del medio que fuese. Escueto, eso sí. Bajo ninguna circunstancia podía rebasar una línea de texto. Las conversaciones duraban meses. Llamadas telefónicas cuidadosamente distribuidas. Un pequeño encuentro cada siete semanas. Apenas unos minutos. Suficientes para que sus pupilas se dilataran, sus bocas se secasen y sus manos juguetearan con cualquier cosa que tuvieran cerca. Tardaron más de un año en darse un beso. La espera mereció la pena. 

Cualquiera se desesperaría ante una situación así. Cualquiera habría acelerado el devenir de los acontecimientos o, en último término, habría abandonado. Se habría rendido, por ejemplo, a la inmediatez del sexo casual con alguna otra persona en medio de un proceso tan largo. Es difícil saber qué tipo de recompensas pueden obtenerse de un noviazgo de este tipo. Qué nivel de profundidad se puede llegar a alcanzar. Nadie lo había hecho antes y parece probable que pase bastante tiempo hasta que otra pareja establezca una conducta semejante. Ni siquiera ellos, ni A ni B, son capaces de explicarlo del todo. Sus relaciones anteriores fueron normales en ese sentido. A ninguno de los dos se le pasó nunca por la cabeza algo así. Pero lo que para otros no funciona, en su caso ha salido bastante bien hasta ahora. Después de quince años están punto de irse de vacaciones juntos. Por fin. Y siguen —literalmente— tan enamorados como el primer día. 

(Escuchando: Crocodiles - She splits me up) 

2/4/14

sentimental killer

Luego cruzó el pasillo, bajó al sótano y mató al prisionero. Pero antes pasó horas en la cocina discutiendo consigo mismo. Igual que en tantas otras ocasiones. ¿Por qué necesitaba hacerlo? ¿Por qué no podía controlarse? Y, por encima de todo, ¿por qué no sentía remordimientos? Entonces bajó al sótano. Para tratar de conocer el arrepentimiento. Aunque sólo fuera por una vez. Nada. Lo mismo de siempre. Transcurrido un rato no era capaz de sentir nada. Un cuerpo ensangrentado sobre el suelo de hormigón. Nada más. Desesperado, cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar. Era esa frustración la que le impulsaba a seguir matando. 

 (Escuchando: The Black Crowes - Ozone Mama)

14/3/14

1+1=2

Nuestros mismos ojos. Uno es mío. El otro es de Alicia. Nuestros mismos rasgos. Tiene mi boca. La nariz de Alicia. Mis manos. Nuestras personalidades. En su interior se agitan dos inteligencias que luchan por imponerse la una a la otra. Alicia se ha vuelto a levantar llorando. Sé en qué piensa. En lo mismo que yo. En por qué algo puede resultar tan bello entre dos personas, entre ella y yo, y funcionar tan terriblemente mal en una. En esa a la que todavía no sabemos si llamar hijo o hija. A la que hacemos todo lo que podemos por querer. 

(Escuchando: Bloodhound Gang - The inevitable return of the great white dope)

11/3/14

in the loop


Contemplar la película de tu vida en el momento antes de morir. Quedarte dormido de puro aburrimiento. Despertarte. Volver a ver la película desde el principio. Dormirte de nuevo. Despertarte otra vez. De cómo una existencia carente de emoción puede conseguir burlar a la muerte.

(Escuchando: The Smiths - Girlfriend in a coma) 

27/2/14

tú, máquina síncrona

Eh, máquina síncrona,
¿tienes tiempo para esto?
¿Puedes parar los golpes?
¿Puedes canalizar mis embestidas?
¿Puedes llevarte toda la furia que hay dentro de mí?
Eh, máquina síncrona,
¿puedes rebajar mi venganza hasta un nivel de justicia razonable?
¿Puedes ayudarme a alumbrar esta ciudad oscura,
pestilente,
llena de ratas
y de miserables?
Eh, máquina síncrona,
¿puedes proporcionarme una vía de escape para tanta rabia?
¿Puedes acercarme al mundo real?
¿Puedes transformar la tensión en algo útil?
Ahora yo te pregunto:
¿querrías tú ser mi máquina síncrona?
¿Harías eso antes de que empiece a arder?

(Escuchando: Mogwai - Take me somewhere nice)

20/2/14

aitor


Éste es Aitor. Quiere ser actor, pero mientras tanto se gana la vida como repartidor de pizzas en un Telepizza. Ahora acaba de conseguir un pequeño trabajo de lo suyo. Hace de repartidor de pizzas en un anuncio de Telepizza. No tiene frase ni nada. Está bastante contento.

(Escuchando: Alice in Chains - Lesson Learned) 

17/2/14

zombie kid

Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos del cajón. Cuchillo y tenedor. Como cada día, se aplicó en conseguir unas buenas circunvoluciones y una forma y textura apropiadas. Cuando el filete de pollo adquirió un aspecto convincente, se acercó al salón donde el pequeño Víctor esperaba su cena. 
—¡Cerebro! —grito entusiasmado. 
—Cerebro —confirmó ella. 
Fue en un campamento. En Fuenterrabía. Allí contrajo una rara enfermedad y terminó convirtiéndole en el zombi que, después de todo, seguía siendo su hijo. Mientras le observaba comer pensó que lo bueno de aquello era que los zombis muy listos no son. Y que ahora al chaval le encantaba la coliflor. 

Este relato quedó finalista de la semana en el concurso Relatos en cadena del programa La Ventana, en la Cadena SER. 

(Escuchando: Nine Inch Nails - Gave up [open my eyes])

7/2/14

ella eligió la locura

Ella eligió la locura.
Eligió poner pegatinas fosforescentes
en el techo de su habitación.
Eligió crear con sus manos cosas de la nada.
Eligió dibujarse palabras que le gustaban en el cuerpo
porque la sensación del rotulador deslizándose por su piel
le gustaba.
Eligió pasear sola por las ciudadelas de su mente.
Eligió bailar desnuda.
Eligió algunas drogas.
Eligió no dar explicaciones a nadie.
Eligió algunas imágenes,
eligió la música,
eligió la ficción.
Eligió escribir
cuando los demás elegían tener hijos.
Eligió tener una mascota pequeña
cuando los demás habla, bla, bla, ban de política.
Eligió no volver a salir de casa.  
Eligió pintar cuadros que nadie más podía entender.
Eligió mirar fijamente a las paredes
y proyectar en ellas
películas que eran sueños,
alucinaciones,
fantasmagorías introspectivas.
Ella eligió la locura
sin saber que
antes de eso,
mucho antes,
antes incluso de que naciera,
la locura la había elegido a ella.

(Escuchando: Des Ames Libres - One Day)