26/11/09

para que no se enteren de que me he marchado

Para que no se enteren de que me he marchado cierro la puerta con cuidado al salir. Voy recogiendo las huellas de mis pisadas mientras bajo por las escaleras. Avanzo por la calle y los edificios que quedan atrás se desmoronan cubriéndolo todo de polvo y escombros. Cuando salgo de la ciudad estalla un monstruoso incendio que se la traga por completo. La carretera desaparece conforme el coche rueda por ella a toda velocidad, los postes eléctricos se precipitan al vacío. Todas las fotos vuelan por la ventanilla. Ya está. Mi familia nunca ha existido.

(Escuchando: Christina Rosenvinge - Eclipse)

16/11/09

es una carrera de fondo

Te paras a pensar
y comprendes
que tus amigos son personas a las que ves cada cierto tiempo.
Todos se han ido
y tú te has quedado atrás,
entre un montón de gente
con la que no tienes nada que ver desde 1995.
Han pasado muchos años.
Cuando te vayas
(si es que algún día lo haces)
les vas a echar de menos.

(Escuchando: Clawfinger - I guess I'll never know)

12/11/09

150

Es el número de entradas alcanzadas por este blog hasta el momento. Con la excusa, aparte de agradecer a todos los que pasan por aquí que lo hagan, me gustaría que cualquiera que lo tenga a bien deje su opinión. Sobre lo que más le gusta del sitio, lo que menos, lo que le gustaría encontrarse. Lo que sea. Cualquier comentario será tenido en cuenta. Alguno me dirá que meta fotos de señoras en bikini. Pues igual, oye.

(Escuchando: The Avalanches - Since I left you)

9/11/09

un lugar donde quedarse

Si hay algo que no se le puede echar en cara a Sam Mendes es que se repite en sus películas. Lo mismo rueda una (magnífica) de gángsters, como saca a relucir los trapos sucios de la América más estirada o disecciona la búsqueda en común de la felicidad por parte de una pareja. En cierto sentido, Un lugar donde quedarse, establece alguna analogía con su predecesora, Revolutionary Road, pero el planteamiento es radicalmente distinto. Ésta es una historia cálida y amable con aires de cinta independiente. Aunque también hay una pareja que busca, en último término, la felicidad (¿no es ése el sentido de la vida?). Burt (John Krasinski; Jim en la serie The Office) y Verona (Maya Rudolph; puede sonarte de la no tan disparatada Idiocracia), se enfrentan a la responsabilidad de tener un hijo, pero cuando están a punto de convertirse en padres, ocurre algo. Los inminentes abuelos se van de la ciudad. A Europa. Suelen hacer cosas de ese tipo. Con ellos desaparece el sistema de apoyo con el que contaba la pareja. Entonces Burt y Verona deciden marcharse también. El lugar en el que viven no les gusta demasiado y pueden partir de cero y buscar el mejor ambiente para criar a su hijo. Desde este momento la historia se transforma en una road movie paternal salpicada de lugares y personajes de todo tipo. En Phoenix se encuentran con Lilly y su peculiar familia. De ahí pasan a Tucson, donde les espera la hermana de Verona. La ruta sigue. Llegan a Wisconsin, pero la prima de Burt hace que se den cuenta de que tienen que seguir adelante. En Montreal viven unos antiguos compañeros de universidad que parecen arreglárselas bastante bien con sus hijos. Nada más alejado de la realidad. Al final, comprenden que lo único importante para construir el hogar perfecto no es el sitio. Son los padres. El matrimonio formado por Dave Eggers (hay muchas ganas de ver Where The Wild Things Are, adaptada por él) y Vendela Vida se encargan del guión.

Esta reseña aparece en el número de este mes de la revista online FilmConductor.

(Escuchando: Skunk Anansie - Charlie Big Potato)

2/11/09

donuts

No le das las gracias a ningún dios cuando te despiertas. A las siete de la mañana, El Armagedón es algo tan oportuno como cualquier otra cosa. Pero entonces te acuerdas de que ayer compraste esos donuts que tanto te gustan. Que te están esperando en el armario de la cocina. También: el cigarrillo después de comer, estrenar unos calcetines, beberte una cerveza de importación. Ese tipo de cosas. No es la abrumadora belleza del universo lo que te saca de la cama. No es el amor. No es lo mucho que te gusta tu trabajo. Son los donuts.

(Escuchando: Morrissey - Children in pieces)