4/3/13

el sonido del vómito

El sonido del vómito te saca de tu letargo en medio de una noche fría. Es una señal de alerta. La calle está llena de gente. Hablando, gesticulando, riendo abiertamente para demostrar que son felices. Que se lo están pasando bien. Que todo marcha como debería. Aunque no sea así. El sonido del vómito se impone por encima del resto para demostrar que no es así. Restalla sobre el pavimento helado. Las conversaciones se interrumpen, todo se para. Una catarata oscura surge con fuerza innecesaria y desproporcionada de la boca del miserable al que ahora todos están mirando. Sus ojos húmedos y estúpidos piden perdón. Algo se ha roto. Algo extraño y espantoso ha turbado las reglas de la madrugada. No debería tener mayor importancia, son cosas que pasan en este tipo de situaciones. Pero nadie puede dejar de observar. Otra vez, el sonido del vómito vuelve a escucharse con un eco que se extiende por toda la ciudad. Es brutal. Es ofensivo. Es insoportable. Un fluido viscoso resbala por el borde de la acera. No hay más movimiento que ése. Al fin, parece que se ha terminado. La charla reaparece. Un rumor nervioso y creciente. Gradual. En pocos minutos todos se habrán olvidado. Nada es igual que antes en cualquier caso. Porque algo no va bien. Y el sonido del vómito se encarga de recordárnoslo de vez en cuando.
 
(Escuchando: VNV Nation - Chrome [SITD remix])

2 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Hay unos tapones formidables para no escuchar ese desagradable, ese incómodo sonido. Los regalan por seguir los realitys televisivos, por escuchar tertulianos en la radio, por consumir la vida en su propio consumo.
Van bien, los he probado. Pero no puedo acallar el eco que dejó el vómito en mi memoria, y para eso no encuentro tapones. Lo dicho, siempre hay alguien dispuesto a dar por culo.
Un abrazo.

budoson dijo...

Eso es. El recuerdo del sonido del vómito es lo verdaderamente jodido.