26/5/12

la venus de las pieles

Recorrería cinco mil kilómetros andando a través del desierto
sólo para verte durante cinco minutos,
porque realmente merecería la pena.
Que tú pienses que soy
un hombrecillo triste y miserable,
no tiene la menor importancia.
Bebería plomo fundido
porque la recompensa de poder tocarte
conseguiría que no hubiera ninguna herida.
Que la sola idea de que nos vean juntos
te produzca náuseas,
no supone absolutamente nada.
Si tuvieras una enfermedad que nadie más tuviera en el mundo
(si alguien tuviese una enfermedad así, serías tú),
estudiaría durante el resto de mi vida
hasta dar con la vacuna que pudiera curarte.
Que quieras que muera en un accidente de avión
y mi cuerpo termine sepultado en lo más profundo de la Fosa de Las Marianas,
es anecdótico.
Porque no he visto a nadie moverse igual.
Porque tienes clase.
Porque tu parte mala es la mejor de todas.
Porque eres buena.
Porque no ha existido ni existirá una persona que se te parezca.
Porque eres perfecta.
Porque puedes permitirte actuar como quieras.
Tú sí.
Sólo tú.
Sí.

(Escuchando: Señor Chinarro - Passover)

3 comentarios:

Propílogo dijo...

Eso sí es una declaración. Y además, obviamente, predomina el condicional, fiel retrato del miedo, del acojono propio de la testosterona.
Ponle música.
Saludos
Gabriel

budoson dijo...

Estoy en ello. En lo de la música. No me va a quedar más remedio que empezar a tocar algo medio bien de una vez.

Perro con Monóculo dijo...

Sé que no va por mí (aunque en lo de "las pieles" podría sentirme identificado, lo cierto es que con lo de "venus" ya no), pero haré como que un poco sí va por mí porque, en el fondo, las lecturas también son parte de los lectores.

Mi argumento me ha convencido, espero que a usted también.