17/1/11

copenhague

Hace cinco años,
tres publicistas hicieron un viaje a Copenhague
y no se volvió a saber nada más de ellos.
Lo que sus familias ignoran
es que el día que tenían que regresar,
los tres se levantaron con la misma sensación:
la de no querer volver.
Fueron al aeropuerto
sólo para ver cómo su avión despegaba sin ellos.
Después,
cogieron un taxi y empezaron una vida nueva.
Mucha gente
habría agradecido una explicación,
una llamada,
la confirmación de que seguían vivos,
pero era necesario hacerlo así.
De manera que tranquilos,
no podemos estar mejor.

(Escuchando: Brendan Perry - Babylon)

2 comentarios:

Torcuato dijo...

Si quieren una vida nueva ha de ser nueva, no reciclada. Han hecho bien en no decírle nada a nadie.
Abrazos, Bud

budoson dijo...

A veces dan ganas de marcharse a Copenhague, ¿que no?