29/4/10

hasta que decidimos volver a colgarla en la pared

Hasta que decidimos volver a colgarla en la pared, pasaron todo tipo de cosas. Presencias extrañas, sombras, ruidos inexplicables, muebles que cambiaban de lugar. Lo típico. A mi tío le gustaba que todo estuviera en su sitio. Especialmente aquella cabeza reducida. La casa empezó a hacerse popular en el barrio y vino incluso la televisión. Ella no aguantaba todo aquello, por eso la colgamos otra vez. Se acabaron los fenómenos paranormales, pero también las visitas. Ahora que me ha dejado, me he deshecho de la cabeza para siempre. Qué demonios. Esta casa es muy grande para mí solo y no soy muy bueno haciendo amigos.

(Escuchando: Massive Attack - Psyche)

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