Su conciencia no podría soportarlo así que, como acostumbra a hacer, se adelanta al resto, coge el machete y secciona la garganta del mexicano que compró una cantidad de cocaína que no podía pagar. El ajusticiamiento transcurre delante de la cámara. Van a enviarles la cinta a la viuda y sus hijos. Tarda casi diez minutos en separar la cabeza del tronco. Necesita un hacha. El mexicano intenta gritar pero sólo emite un gorgoteo espantoso. Le llaman El Duro. Porque no saben que si él se echa a la espalda el peso de todas esas muertes es para que los demás no tengan que hacerlo.
(Escuchando: Explosions in the Sky - Catastrophe and the Cure)
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