24/12/12

treintañeras menudas (trabajando desde dentro)

No, claro que no queremos revolucionar el mundo empresarial, sólo pretendemos introducir algunos avances en el trabajo. Y una de las mejores formas de hacerlo es mediante una treintañera menuda. Que no pase del metro sesenta. Ni de los treinta y cinco. Que sea bonita a su manera. Las treintañeras pequeñas crean una armonía única dentro del ámbito laboral. Los hombres valoran su madurez sin dejar de sentir cierta morbosa fascinación por sus rasgos aniñados. Para las mujeres no suponen ninguna competencia y además les recuerdan a las muñecas con las que jugaban tiernamente cuando eran niñas. Son agradables a la vista y quedan bien en cualquier parte. Desempeñando cualquier labor. Como no ocupan mucho espacio ni llaman demasiado la atención, son capaces de enterarse de cosas que cualquier superior debería conocer sobre sus empleados. Puede sonar aberrante, pero hay estudios psicosociales que demuestran todo esto. Nosotros mismos las sintetizamos artesanalmente para conseguir auténticas treintañeras bajitas. Entonces, dígame, ¿cuántas quiere que le enviemos?
 
(Escuchando: David Lynch - These are my friends)

2 comentarios:

Sara Alvarez Pérez dijo...

Literariamente tiene fuerza la imagen. Ah, y yo veo a una treintañera modosa que sale con defecto de fábrica y se carga al jefe de personal. Pero soy yo, que estoy mal de lo mío.

budoson dijo...

No, no. Si no vas desencaminada. De ahí lo de "trabajando desde dentro."