-Llovía afuera y yo sin paraguas. Alguien llamó a la puerta y era el cartero, que sostenía un paquete. Encima había una rana. El batracio se abalanzó sobre mí y, al ser extremadamente alérgico a estos animales, salté hacia atrás, resbalé y me golpeé la cabeza contra el suelo. Antes de desmayarme, pude ver que en la calle estaban cayendo ranas como la que me miraba subida a mi pecho. No, estoy bien, pero necesitaré otra semana para terminar el guión. Gracias por comprenderlo.
Colgó el teléfono y se sentó al ordenador.
-Ojalá tuviera la misma imaginación para todo.
El cielo amenazaba tormenta.
Colgó el teléfono y se sentó al ordenador.
-Ojalá tuviera la misma imaginación para todo.
El cielo amenazaba tormenta.
(Escuchando: Garbage - Supervixen)
3 comentarios:
Muy nonitas palabras. Siempre es un placer leerte. Saludos!
Gracias, B. Y bienvenido de nuevo a la vida.
Hola, yo venía a ver el fin del mundo pero, de paso, me encontré esta rana y, con tu permiso, me la llevo a la charca (www.charcaderanas.blogspot.com)
saludillos
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