No puedo sacarte de mi cabeza.
He hablado con los SWAT para que te hagan salir,
pero dicen que yo me lo he buscado.
He escrito a los TEDAX para que vengan antes de que sea demasiado tarde,
pero me han contestado que no trabajan con tipos tan estúpidos
como para dejar que una mujer se aloje ahí dentro.
Conozco a un dinamitero que está dispuesto a ayudar,
así que guardo su tarjeta por si al final la necesito.
Mientras,
salgo pronto de trabajar
para pasar todo el tiempo que me queda libre no pensando en ti
(resulta complicado).
Doy vueltas por la ciudad sin darle vueltas al hecho de que
si fuese ese imbécil de allí
o aquel otro de allá,
te enamorarías de mí
(es agotador).
Y tú te revuelves y lanzas puñetazos y me das unas patadas tan fuertes
que,
joder,
uno de estos días me vas a hacer llorar.
La. La. La. La. La. La. La. La.
La. La. La. La. La. La. La. La.
No puedo sacarte de mi cabeza.
Repetir esta última parte cuatro veces.
(Escuchando: The Smiths - Bigmouth Strikes Again)