Soy la representación de
Dios en la acera.
Una acera infinita de
cuerpos desahuciados.
Una cinta transportadora de
individuos encadenados
a su condición.
Estampas medievales con
envoltorios del siglo XXI.
¿Quién merece las monedas
que tengo en el bolsillo?
¿El negro de mirada febril
que me llama socio?
¿El eslavo que exhibe pornográficamente
el monstruoso tumor de su vientre?
¿La mujer que con el dedo
forma espirales en su pelo
volviéndose cada vez más y más
loca?
Siento el poder.
Tengo el poder de decidir.
Quién sí y quién no.
Su suerte en mi mano.
Uno ya es demasiado viejo,
otro es joven y tendría que
esforzarse más.
No hay nada que hacer por
aquel,
podría ayudar a éste si
demostrara un poco de educación.
¿Quién como Dios?
Yo como Dios.
(Escuchando: Green Day - Walking contradiction)
1 comentario:
De momento el personaje "argumenta"... yo es que a ése otro, que dicen dios, le veo a veces jugar con el dedo índice mientras canta "pito, pito, gorgorito, dónde vas tú tan bonito, a la era de tu abuela, pim, pom, fu-e-ra"... ;-)
Otra quitada de sombrero para usted, caballero. Felicidades!
Saludos...
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