Después de la publicidad, el hombre ya no estaba entre el público. Había sido sustituido por un chaval guapo. Genérico. Estaba varios metros por debajo, en los sótanos del Canal 37. Dentro de una habitación enorme llena de gente. La mayoría de esas personas le sonaban, pero no sabía por qué.
-Tranquilo –le dijo alguien. Y en aquel viejo reconoció a un presentador muy popular en los 90–. Volverán a contar con nosotros, siempre lo hacen. Esa es la magia de la televisión.
(Escuchando: Air - Kelly watch the stars)
7 comentarios:
Un sótano para guardar lo que no conviene.... por si acaso un día hace falta.
Saludos
Ya sabía yo que algo raro había en este mundo...
Saludos!!
Y pienso en Espinete y en su segunda venida.
Si es que en la televisión de hoy en día solo tienen cabida los más guapetones-as. Una pena de modelo que refleja la sociedad actual.
La televisión también necesita ser alimentada.
¿Estaba Dale Cooper en ese sótano?
Kyle Maclachlan pasa muy a menudo por el sótano. Pero Dale Cooper no, hombre, Dale Cooper no.
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