De pequeño era un niño muy miedoso pero, a la vez, sentía una gran curiosidad por muchas de las cosas que me atemorizaban. Si ponían una película de terror en la televisión, la veía hasta el final. La mayoría de las veces lo hacía porque, al estar paralizado por el miedo, no era capaz de levantarme del sillón. Después de una de estas películas, me pasaba una semana sin poder dormir. Una tarde de verano, cuando tenía trece años, mis amigos y yo estábamos jugando cerca de las vías del tren. Uno de ellos se acercó a la vía y nos llamó para que llegáramos a su altura. Cuando lo hicimos, vimos el cuerpo de un hombre completamente despedazado. Después de aquello, no volví a dormir bien hasta septiembre. Recuerdo perfectamente a mi abuelo durante esos meses. Lo había hecho muchas veces antes, pero mientras duró aquel verano, se quedó todas las noches al lado de mi cama. Al despuntar el día, vencido por el cansancio, finalmente me dormía. Después de eso el miedo se fue. Con el paso del tiempo desapareció por completo. Pero hará cosa de un año, me desperté en mitad de la noche y vi a mi abuelo sentado a mi lado. Lleva cinco años muerto. Aquella primera noche (mi abuelo ha seguido visitándome), el terror más absoluto volvió de golpe con toda la fuerza de los últimos años. Me tapé con la sábana y empecé a reírme de una forma descontrolada. Aquella reacción tan extraña, provocada por el pánico, me asustó todavía más y estuve a punto de perder el sentido de puro terror. Pasados unos minutos conseguí calmarme. Cuando eché un vistazo por encima de la sábana, mi abuelo se había ido. Tras esa noche hubo varias más. Él nunca hablaba, ni se movía, ni hacía nada. Se limitaba a mirarme en silencio con una sonrisa reconfortante. Las apariciones se sucedieron intermitentemente durante varios meses y, al final, aquella presencia volvió a recuperar el efecto tranquilizador que había ejercido en mí cuando era un chaval. Mi abuelo ha vuelto a ayudarme a superar el miedo. Y creo que esta vez es para siempre.
(Escuchando: Michael Jackson - Thriller)
(Escuchando: Michael Jackson - Thriller)
4 comentarios:
Precioso.
Un abrazo.
Muchas gracias. Y buen día de Todos los Santos.
Que bonito.
La vida y la muerte van juntas de la mano. Aprendes y disfrutas de la vida cuando te permites aprender y convivir con la muerte de una forma amiga. Seguro que tu abuelo aún tiene mucho que aportarte.
Abrazos
Me alegro de que te haya gustado, Su. Efectivamente, no hay que tener miedo a la muerte. Y, bueno, aunque la historia no es demasiado autobiográfica sí que es bastante biográfica, pillando cosas de aquí y de allá.
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