Creo que nunca he hablado de Agatha Muscat. Si lo hubiera hecho seguramente lo recordaría. Agatha Muscat tenía uno de esos trabajos que se hacen desde casa. Montando bolígrafos. Como era sonámbula, muchas noches se levantaba y se ponía a montar bolígrafos. No ocurría a diario, pero sí frecuentemente. Cuando pasaba esto, se despertaba muy cansada, aunque con la satisfacción de haber hecho todo el trabajo de la jornada. Entonces podía dedicar el día entero a hacer lo que más le gustaba: montar bolígrafos.
(Escuchando: Brandon Flowers - Only the young)
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