- Los hombres que a mí me gustan no saben llorar.
- Y las mujeres que me gustan a mí tienen alma.
Ella se ríe. Se ríe y dice que no exagere. Que no diga gilipolleces. Que ella tiene sentimientos, como todo el mundo, pero que no soporta a los tíos lloricas. Un tío no puede llorar viendo Indiana Jones y El Templo Maldito. Él sale de la habitación y vuelve enseguida con un destornillador. Se seca las lágrimas con el dorso de la mano y dice:
- Muy bien. Vamos a ver qué tienes ahí dentro.
- Y las mujeres que me gustan a mí tienen alma.
Ella se ríe. Se ríe y dice que no exagere. Que no diga gilipolleces. Que ella tiene sentimientos, como todo el mundo, pero que no soporta a los tíos lloricas. Un tío no puede llorar viendo Indiana Jones y El Templo Maldito. Él sale de la habitación y vuelve enseguida con un destornillador. Se seca las lágrimas con el dorso de la mano y dice:
- Muy bien. Vamos a ver qué tienes ahí dentro.
(Escuchando: John 5 - Gods and monsters)
4 comentarios:
mmmmmmmm
cómo me gusta.
Y yo que me alegro, buenamujer.
¿Cómo es posible que este cuento no quedara al menos finalista? ¡Me ha encantado!
Bueno, pues eso es lo que verdaderamente importa. Y mientras, a seguir probrando suerte.
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