31/12/09

lo hablaba con un amigo

La hembra de la mantis religiosa
muchas veces
se acaba comiendo al macho.
Una araña australiana
mata a los pretendientes
que no son capaces de cortejarla
durante un tiempo determinado.
Por no hablar de peces.
O de escorpiones.
Están programados genéticamente.
Sin embargo,
sólo unos pocos hombres
matan a sus mujeres.
Es curioso cómo
lo que nos convierte en animales
no coincide con el comportamiento animal.

(Escuchando: Bad Brains - The Prophet's Eye)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dirían en Sálvame: demasiado populista.

budoson dijo...

Si lo que estás sugiriendo, amable lector o lectora, es que es un alegato contra los malos tratos o algo por estilo, no van por ahí los tiros.