29/7/13

la mujer con cara de pequinés que creció en nuestro fregadero

Es verdad que somos un poco dejados. No tengo claro en qué momento empezaron a amontonarse los platos sucios. Seguramente fue desde el principio. Cogíamos lo que necesitábamos, lo lavábamos, y después de utilizarlo lo volvíamos a dejar donde estaba. De tal manera que los platos, los cubiertos y las demás cosas que quedaban al fondo puede que llevaran ahí… no sé. Varios años. Tres o cuatro seguro. 

Una noche oímos un estruendo muy fuerte de vajilla haciéndose añicos y cazuelas metálicas rebotando contra las baldosas. Cuando nos asomamos a la cocina fue precisamente lo que nos encontramos (un par de ollas todavía no habían terminado de tomar tierra). Eso y un rastro de pisadas húmedas que se dirigían al pasillo y continuaban hasta el cuarto de baño. Allí, de pie dentro de la bañera, estaba ella. Una de esas señoras pequeñas y compactas con cara como de pequinés. Sin apenas cuello, con los ojos muy abiertos y una boca en forma de U invertida. Con una rigidez paradigmática miraba al frente y hacia arriba en un ángulo de unos 30 grados. Vestía con ropa barata, de hipermercado. No hablaba. Únicamente emitía una especie de jadeo al respirar. Parpadeaba lo justo. 

Se planteó la posibilidad de regalarla, entregarla a la protectora y hasta de (esto me avergüenza y me produce un escalofrío hoy en día) sacrificarla. Pero nosotros y nuestros desperdicios éramos los responsables de aquella mujer con cara de pequinés. No habíamos tomado las precauciones adecuadas y ahora teníamos que hacernos cargo de ella. Era una cuestión de principios. Y mi compañera de piso siempre quiso que tuviéramos una mascota. Así que, como no estorbaba ni hacía ruido ni nada, se quedó con nosotros. Duerme en el suelo de la cocina y come lechuga. Sigue aquí. La queremos mucho. No hace falta decir que desde que apareció y pese a nuestra tendencia natural hacia el desorden, intentamos mantener el fregadero libre de platos sucios. Aunque tengo que confesar algo. Últimamente yo no estoy haciendo todo lo que puedo en ese sentido. En fin, es que a veces la miro y me da la sensación de que se siente un poco sola.

(Escuchando: Bat For Lashes - Two Planets) 

22/7/13

generador de premisas

El Generador de Premisas
es un hombre
que genera una cantidad asombrosa de premisas dramáticas válidas
cada día.
La idea del generador de premisas
también ha sido generada por el Generador de Premisas.

(Escuchando: Justice - Waters of Nazareth) 

19/7/13

el momento exacto en que la vida de guillermo tobías se convirtió en algo parecido a una película mal bajada de internet

El momento exacto en que la vida de Guillermo Tobías se convirtió en algo parecido a una película mal bajada de Internet tuvo lugar en el metro. Iba pensando en sus cosas, como cada día, camino del trabajo, cuando escuchó a una chica hablar por el móvil. Estaba frente a él. No cabía sospechar que no fuera ella la que hablaba pero, un momento, un momento. El movimiento de sus labios no se correspondía con lo que decía. Qué curioso. Guillermo Tobías no se sorprendía fácilmente; ante aquello accedió a desconcertarse un poco. Enseguida encontró la explicación, a pesar de lo cual el tema no dejaba de ser ciertamente singular. El sonido avanzaba por un curso, levemente adelantado. Las imágenes por otro, ligeramente rezagadas. No sólo ocurría con la chica del teléfono móvil, se daba en todo el vagón. Igual que en una película mal bajada de Internet. 

A lo largo de la mañana, en la oficina, el fenómeno se agudizó progresivamente. Como no tenía claro que sus compañeros no fueran a tomarle por loco si exponía su situación, se limitó a comportarse con normalidad. Siempre se comportaba con normalidad. Aquel día no tenía por qué ser una excepción. Y eso que para la hora de comer ya estaba empezando a oír los acontecimientos que iban a sucederle por la tarde, cosa que, quieras que no, siempre trastoca. Sobre todo si de lo que te enteras es de cómo te deja tu novia mientras tú intentas explicarle que tus receptores internos se han desacompasado de repente. Esto último lo dedujo por la reacción de ella. Él ni siquiera se escuchaba a sí mismo. Sólo era el espectador. 

Guillermo y su novia habían quedado al salir de trabajar. Nada más verla, le adelantó que sabía exactamente lo que iba a decirle. 
—Sé exactamente lo que vas a decirme. Lo sé porque ya me lo has dicho. Creo que ha sido a las 14.37h. 
Guillermo era muy meticuloso para casi todo. Especialmente para lo concerniente a las horas y los horarios. Su novia no entendía nada, como es natural. 
—Mira, tú puedes oírme pero yo no tengo ni idea de lo que estás diciendo. Me parece que me has provocado un trauma. Me parece que lo que estás haciendo ahora conmigo me ha producido tal estrés que mis canales de imagen y sonido se han desencajado. Eso ha debido generar una onda que se ha expandido hacia esta mañana en el pasado y hacía quién coño sabe cuándo en el futuro. 
Aunque intentó hacerse entender contándole lo que le pasaba, ella seguía sin comprender. Bastante raro es ya de por sí dejar a alguien como para que encima te vengan con ésas. 
—No voy a seguir hablando. Tengo que irme. Si quieres añadir lo que sea, llámame esta noche. Estaré en casa viendo Tetsuo. Sé que estaré viéndola porque la estoy escuchando ahora mismo. Créeme, es jodido que te dejen mientras suena el tema pricipal de Tetsuo. 

Guillermo llegó a su casa y echó un vistazo al periódico. Efectivamente, ponían Tetsuo en el Canal 25. No es que a esas alturas albergara alguna duda, simplemente quería comprobar a qué hora empezaba para no perderse el principio. Ya había oído que no iba a perdérselo, pero cuando alguien es cuidadoso hasta el límite en que Guillermo Tobías lo era, lo es en cualquier circunstancia. Bajó al supermercado y compró algo para cenar mientras dejaba de percibir cualquier tipo de estímulo auditivo. Eso debía significar que dentro de unas horas estaría dormido. Y que su novia (a partir de ahora su ex novia, por lo visto) no había llamado. Aquella noche se iría a la cama antes de lo habitual. Sí, necesitaba descansar. El desajuste probablemente se le pasaría durmiendo entre 7 y 8 horas. Las que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

(Escuchando: Melissa Auf der Maur - The Key)

17/7/13

las noticias de la carpeta con el símbolo de playboy: suicidas homicidas


Efectivamente. Lo mismo que le pasaba a la madre de la protagonista de cierta película francesa muy popular. Pero esto, amigos, es la vida real. Y por increíble que pueda parecer, la vida real siempre supera a la ficción. Por lo menos en número

(Escuchando: Justice - Horsepower)

11/7/13

la ciudad arde sin consumirse

Todavía faltan varias horas para el amanecer y el calor es cruel. La ciudad está encerrada en una pesada manta de ámbar borroso. Un perro ladra en la distancia sin saber que es la representación de un tópico. No se escucha nada más. Tal vez el crujido de la madera. El murmullo de los transformadores. Algunos edificios están en llamas. Combustiones espontáneas. Fuegos provocados por adolescentes enloquecidos. Miles de cuerpos rugosos se mueven a cámara lenta sobre colchones demasiado grandes para uno solo. Demasiado pequeños para dos. Ráfagas intermitentes de imágenes que les avergonzarán por la mañana cruzan sus mentes. Pican las cicatrices. Al oeste, en un sótano desprovisto de cualquier sistema de ventilación, un hombre tiembla en una esquina. Se está muriendo de frío. El verano más caluroso de los últimos cincuenta años, el insomnio. Han traído cosas terribles que no quería recordar. Un iceberg que se ha fragmentado y que el corazón bombea ahora hacia el cerebro. Donde flotan los pedazos de hielo. El hombre se muere de frío. Encontrarán su cuerpo el jueves. Y no habrá ni rastro de esa sonrisa con la que suelen encontrar a los muertos por congelación. 

(Escuchando: The Meteors - Simply ravishing)

8/7/13

una comedia romántica

Una comedia romántica independiente. No transcurre en Nueva York. La acción se desarrolla en Madrid. En Tetuán. Entre dos ecuatorianos. Él no es arquitecto. Reparte pizzas. Ella no es diseñadora. Pasea viejos. En la banda sonora no están ni los Pixies, ni The Cure, ni los Smiths. Aparecen Don Omar, Daddy Yankee y Luis Miguel del Amargue. ¿Quién me la compra? Estoy hablando en serio. 

 (Escuchando: Suede - Breakdown)

1/7/13

alguna clase de indicador para saber qué tal estás

Concédeme esto. 
Déjame saber por lo menos cómo te va. 
Y así, 
cada noche, 
al salir de trabajar, 
paso por delante de su casa. 
Si la persiana de su habitación está subida, 
sé que le va bien. 
Mejor cuanto más alta. 
Sé también 
que algo marcha mal cuando está bajada. 
Aunque no hay nada que pueda hacer, 
todavía se me permite alegrarme por sus éxitos 
y maldecirla por sus fracasos. 

 (Escuchando: Elvis - I can't stop loving you)