Lo mejor sería ir a por el destornillador antes de abrir. La máscara de luchador mexicano que veía a través de la mirilla no le inspiraba confianza. Al pasar por la cocina, un auténtico húsar polaco sentado a la mesa, le tendió un destornillador de estrella con un “pueblo pequeño, campana grande”, proyectado hacia al periódico que estaba leyendo. Enfrente, Lady Di se encogió de hombros. Él se dio la vuelta, pasó por delante de la puerta de entrada mientras el enmascarado volvía a llamar y llegó hasta su cuarto, metiéndose otra vez en la cama. Sí, debe ser domingo, susurró.
(Escuchando: Patsy Cline - Back in baby's arms)
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