Si vas a iniciar una revolución, empieza por los pasos de cebra. Acércate a uno donde haya un buen grupo de gente esperando para pasar. Muéstrate seguro. Aunque el semáforo siga rojo, cruza en cuanto tengas la oportunidad de hacerlo. Verás cómo varias personas te siguen automáticamente, sin comprobar que no existe peligro. De alguna manera están poniendo sus vidas en manos de un desconocido y tú llegas al otro lado convertido en líder. El ser humano confía extraordinariamente en sus semejantes.
(Escuchando: Red Sparowes - Mechanical Sounds Cascaded Through the City Walls and Everyone Reveled in Their Ignorance)
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5 comentarios:
Buenísimo
Gracias, pero usted no es manco tampoco.
De la misma manera en los libros de guion siempre aconsejan escribir historias sobre personas, pues es el ser humano nunca se cansa de oir hablar sobre si mismo.
Vamos, que las historias de plantas no tienen mercado...
Hombre, mire la Tienda de los Horrores. La de Roger Corman, a ser posible.
Así es como entrenaba Hitler.
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