31/3/08

el hombre del cine

Ese hombre lleva un buen rato mirando los carteles de las películas
minuciosamente.
Lo hace varias veces por semana.
Por fin compra una entrada y pasa,
siempre igual.
Casi nunca le gusta la película.
Lo que le gusta de verdad es mirar los carteles.


(escuchando: The Glove - Perfect Murder)

8/3/08

the cure / madrid / 6.3.08


Mh... Sería bueno que fuéramos yendo ya hacia el concierto. Los teloneros (65 Days of Static) no tienen mala pinta. Casi una hora después, desde la gigantesca cola en la que estoy se puede ver como en el interior del Palacio de los Deportes se apagan las luces. No puede ser. Aunque sí puede ser porque es la hora de que empiecen a tocar los Cure. Serán los teloneros. Pero yo estoy casi seguro de que estoy oyendo Plainsong. Un cuarto de hora más tarde todo el mundo corría por las escaleras del recinto hacia donde fuera mientras se escuchaba el sonido inconfundible de The Cure. Bueno, pero es del último disco. alt.end. Para entonces ya nos habíamos perdido Plainsong (ya me parecía a mi...), Prayers for Rain y, sobre todo, A Strange Day. De los teloneros ni hablamos, obviamente. Pero cuando por fin conseguimos encontrar un lugar en la grada que más o menos correspondiera con nuestras entradas y asumíamos que ibamos a ver en el escenario a unos Cure en miniatura desde donde estábamos (el efecto se parecía al vídeo de Never Enough, pero al revés) sonó The Blood y empezó la fiesta.

The End of the World, Lovesong (algo desnutrida sin teclados, muy dignamente sustituídos por las guitarras de Porl Thompson), la sensacional To Wish Impossible Things, Pictures of You, Lullaby, From the Edge of the Deep Green (aquí ya no cabían las palabras y yo tenía una cerveza en la mano), y, ¡demonios! Hot, Hot, Hot (la versión guitarrera me sonó perfecta). Seguimos con Please Project, sonido 100 % Cure pero algo falta de carisma. Una de las canciones del inminente nuevo disco.

Después, Push (clasicazo en directo), Friday I'm In Love, Just Like Heaven (no queda nada por decir de estas dos joyas), otra sorpresa muy agradable para mi: Primary, y la segunda de las canciones nuevas: A Boy I Never Knew. Bastante sombría, creo que superior a Please Project. Es curioso que no hubo mucho interés por escuchar cómo iba a sonar el nuevo disco. La gente había ido a oír a los Cure de toda la vida. Entre canción y canción Robert Smith decía algunas cosas, pero ni yo ni nadie a mi alredor (algunos muy borrachos) pudimos sacar nada en claro.

Never Enough, Wrong Number (¿por qué no?), One Hundred Years y Disintegration. Robert Smith con el pelo más largo con el que recuerdo haberle visto nunca. Descanso. Ya sabemos como son estos Cure. O sea, que en seguida: el bis Seventen Seconds con At Night, M, Play for Today (el himno) y A Forest (entonces recuerdo lo mucho que me gusta el SS). El nuevo parón de rigor después de A Forest y los novatos que se empiezan a marchar. Que son los Cure. Ahora tocaba Three Imaginary Boys con canciones tan estupendas como la que da nombre al disco, ¡Fire in Cairo!, Boys Dont' Cry evidentemente, Jumping Someone Else's Train y ¡Grinding Halt! (momento etílico después de casi tres horas de concierto), 10.15 Saturday Night y una aceleradísima Killing an Arab. Los Cure más guitarreros de la historia. Y unas revisiones que a mi, particularmente, me parecieron muy interesantes.

Ahora sí, ¿no? Sí, parece que sí; se han encendido las luces. Y la ambulancia que espera en la puerta hacia los camerinos. Quiero pensar que estaba allí por si alguna persona del público sufría un colapso y no por los miembros de la banda. Desde luego no por Simon Gallup, que no paró quieto un momento. Hasta diría que Robert Smith tuvo una movilidad bastante digna. ¿Qué? No puede ser... Pues sí: Why Can't I Be You. Hasta que el Sr. Smith no se da un paseíto por el escenario aclamado por la masa (que en este caso fue la descomunal masa) el asunto no termina. Es momento de marcharse con la sensación de haber repasado los mejores momentos de tu vida.

(escuchando: The Cure - Like Cockatoos)

5/3/08

predestinado

Un jugador albanés, llamado Kastrati, perdió un testículo
Bekim Kastrati, delantero albanés de 28 años del Fortuna Dusseldorf alemán, sufrió un grave contratiempo cuando disputaba un partido amistoso ante el Bayern Munich esta semana
Toni Frieros
En un choque contra Van Buyten resultó herido en un testículo. Aunque logró permanecer en el campo, el dolor era tan agudo que minutos después terminó siendo evacuado de urgencia a un hospital donde le operaron extirpándole uno de sus dos testículos. A partir de ahora, superado el susto que le tendrá dos meses KO, la broma parece fácil... ¿no?

(escuchando: 65 Days of Static - This Cat is a Landmine)

3/3/08

no hasta que por fin me haya mordido

No hasta que por fin me haya mordido. Mientras tanto, no pienso moverme de aquí. No hay otra manera de transmitir el virus y poder estudiarlo en el hombre pues, como saben, éste es el único ejemplar superviviente de los tres que aparecieron en el desierto. Y no le queda mucho tiempo de vida. Así que les ruego que se alejen de la zona protegida y nos dejen continuar con el experimento. ¿Que qué efectos puede tener sobre los humanos? Bueno, mi ayudante se encargará de averiguarlo a partir de ahora pero, por lo que sabemos, espero que no haya un cuarto espécimen suelto por ahí.

(escuchando: John Williams - The Arrival at Tatooine & The Flag Parade)