Hace unos días, un muchacho de mi clase me preguntaba si había experimentado algún viaje astral. Pero como quien pregunta por un cigarro (que esto también pasa mucho y como le tengo aprecio le suelo decir que sí). Cuando le contesté que no, me explicó que él ya iba por su tercer desdoblamiento y que tenía varios amigos que también lo practicaban. Así que ahora me ha dado por ahí. Sin drogas ni nada de eso, claro. Sólo con el poder de la mente y repitiendo noche tras noche incansablemente mantras tan newageros como "ffffffaaaaaarrrrrraaaaaaoooooonnnnnn" hasta que se me duerme un pie, me acojono pensando que es un síntoma de que estoy saliendo de mi cuerpo y me quedo dormido pensando en qué demonios voy a hacerme para comer al día siguiente.
(escuchando: Diorama - I Wait for You)