26/5/12

la venus de las pieles

Recorrería cinco mil kilómetros andando a través del desierto
sólo para verte durante cinco minutos,
porque realmente merecería la pena.
Que tú pienses que soy
un hombrecillo triste y miserable,
no tiene la menor importancia.
Bebería plomo fundido
porque la recompensa de poder tocarte
conseguiría que no hubiera ninguna herida.
Que la sola idea de que nos vean juntos
te produzca náuseas,
no supone absolutamente nada.
Si tuvieras una enfermedad que nadie más tuviera en el mundo
(si alguien tuviese una enfermedad así, serías tú),
estudiaría durante el resto de mi vida
hasta dar con la vacuna que pudiera curarte.
Que quieras que muera en un accidente de avión
y mi cuerpo termine sepultado en lo más profundo de la Fosa de Las Marianas,
es anecdótico.
Porque no he visto a nadie moverse igual.
Porque tienes clase.
Porque tu parte mala es la mejor de todas.
Porque eres buena.
Porque no ha existido ni existirá una persona que se te parezca.
Porque eres perfecta.
Porque puedes permitirte actuar como quieras.
Tú sí.
Sólo tú.
Sí.

(Escuchando: Señor Chinarro - Passover)

9/5/12

la modelo

Ese maravilloso viaje que le habían prometido era otra cosa. Viajar por Europa, sí. Convertirse en modelo, sí. Pero lo que tenía que hacer por las noches no entraba dentro de sus planes. Ella no sabía cómo funciona esto. Sólo tenía 14 años. Aquel día presentábamos una colección de Jean Michel Monot. Muy polémica, porque estaba inspirada en la Alemania nazi. Ella llegó tarde. Tenía la mirada perdida y un moratón en la cara. Justo antes de que le tocara desfilar, me susurró con su dulce acento polaco: “Salid echando hostias de aquí”. Fue entonces cuando comprendí que el rifle que llevaba no formaba parte del conjunto.

(Escuchando: Rammstein - Das modell)